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Lo mejor que escribí, para mí.
La incertidumbre cubre el océano constante y hermoso.
Sin pensarlo se avecina y baña las costas del ocaso, fijándose en la primera estrella, sintiendo temor a la noche, bailando de día, sube su marea para proteger la playa del frío nocturno, esperando poder danzar.
El viento lo apoya en su camino, lo empuja a la noche, lo retira a la mañana.
Él quiere no estar solo en la noche, por eso ansía las estrellas, por eso cubre las playas, por eso cautiva al viento, que lo lleva al resplandor de su amor, el Sol.
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Toma una cervesa, fatigado guerrero, y suélta la lengua en nombre de Odín y las Musas, y habla acerca de la batalla descipta arriba.