jueves, 28 de julio de 2011

Integridad y exigenicas

¿Qué demonios es la integridad?
¿Será acaso el estar completos?
¿Será acaso el no tener excedentes?

Más que una definición, prefiero hacer (vaya, qué raro es esto en mí, xD) una acotación. En la entrada anterior, valiéndome de una autocompasión que creía "poética", expuse en palabras casi denigrantes (de seguro patéticas) mi desesperación. La verdad es que me gusta desesperar, sentirme un poeta.

Pero: ¿lo soy?

Más que publicar un nuevo poema, esto pretende ser una autoreflexión crítica. Si, como Julián lo hizo en la entrada anterior, encuentra algún elemento que se salga de la "crítica", por favor, háganmelo saber. Y, aún mejor, si pueden darme vuelta la cabeza, estaré encantado de discutir con vosotros.

Veamos. Una vez, alguien me preguntó como es mi chica ideal.
Yo le dije que dependía de 3 aspectos, a saber:
  • Físico
  • Mental
  • Social
Podría agregar un cuarto: Espiritual. Pero la verdad, como están las cosas, prefiero incluirlo en mental.
Entonces, seguimos:
  • Una chica ideal debe ser delgada, no demasiado, y no molesta una pequeña pancita sexy.
  • ¿Debería tener unos muslos bien formados? La verdad, en cuanto a lo que me gusta o no al respecto, no puedo ser muy específico; pero debe tener un culo (y, por extensión, piernas) que me guste(n).
  • De preferencia, debe ser pequeña; pequeña de estatura o de complexión. Esto descarta de por sí a las grandes tetas que bailan de un lado para otro con el caminar: no digo que no me gusten, pero no son lo que quiero, son lo que me hacen creeer que deseo. Ver en revistas un par de buenas tetas unidas a unos cuerpos pequeños y sexys me atrae, pero más por que debe hacerlo que porque lo deseo. No se si me explico, pero una cosa es "me la quiero re coger", y otra muy distinta "me encantaría abrazarte". Espero esta analogía aclare lo anterior. Se que hay casos con grandes senos y un cuerpo de complexión pequeña, y me gustó mucho cuando lo vi, pero no es para mí. Ni siquiera puedo aspirar a eso, xD .
  • Me gustan las curvas del perfil. Cómo la espalda continúa en el culo (¿alguna forma educada de decirlo, y que no suene tan mal como trasero?), esa "S" que hace, me atrae. Normalmente, esto implica todo lo anterior. No siempre. Las mujeres de revistas pornográficas son la clara excepción, y no las deseo en lo absoluto -más que para una o dos noches (xD).
  • Me gustan aquellas mujeres que presentan una piel pálida. No sé que tanto me importarían las pecas, por ejemplo, pero sé que no me siento atraído especialmente por las mujeres de piel morena.
  • Una sonrisa encantadora me mata... y unos ojos reveladores y penetrantes son un requisito excluyente, o casi.
  • La voz... basta con que no me desagrade. Pero, por ejemplo, Paloma tiene una voz preciosa, y eso es una de las muchas cosas que me gustan de ella.
Mentalmente:
  • Debe tener buen humor (y hacerme saber cuándo callarme, xD).
  • Debe ser inteligente, y de mente abierta (pero no demasiado, que debe tener sus defectos, también, :D).
  • Debe tener un pequeño complejo de inferioridad (así puedo consolarla y decirle lo buena y genial que es, xD).
  • Debe ser creativa, o con impulsos creativos espontáneos, cuando menos.
Seguro hay otros, pero no los recuerdo específicamente.

Socialmente:
  • Tiene que aprender a escucharme y consolarme y/o putearme, de ser necesario. A veces, necesito ambas cosas para continuar.
  • Debe ser proclive a esporádicas depresiones, no grosas, sino leves. Cuando digo esporádicas, quiero decir pocas, no aleatorias (casi casi que pido que sean oportunas).
  • Debe ser juguetona y seductora. Aún no sé cómo me afectarían los celos, pero por las dudas, que sólo me seduzca a mí ¬¬ . xD .
En resumen:
  • Quiero que sean frágiles. En general, pero no exclusivamente.

Bien, como habrán notado, exijo más del físico de una chica que de sus aptitudes inherentes (mentales y sociales). Pero éstas aptitudes inherentes son complejas y difíciles de encontrar juntas.

Además, sé que soy exigente. Hasta ahora, de las tres chicas que cumplían con estos parámetros (a saber, Amira Aón, Paloma Lindembaum, y Belén Prado), ninguna dio en quererme. ¿Será que pido más que lo que puedo dar? Definitivamente eso es cierto, pero no sé hasta qué punto es fundamental. Por empezar, mi atractivo físico es casi nulo. Éste no se basa tanto en el cuerpo (que, según creo, mi cara no está taaaaaaaaaaaan mal) como en las actitudes corporales.
  • Yo me muevo con brusquedad y torpeza.
  • No soy prolijo, ni a la hora de vestirme ni a la hora de afeitarme y demás.
  • A veces mis eructos y gases son lo de menos. Porque ahora ya puedo controlarlos al máximo (antes no tenía interés en hacer tal cosa, y luego, cuando sí lo tenía, me costaba hacerlo). Me meto los dedos en los oídos para sacarme la cera o simplemente rascármelos, me toco mucho la nariz (aunque casi nunca las fosas nasales, más bien por fuera), me acomodo los calzoncillos bastante seguido...
  • Y, no creo que por último, mis rollos (que sí, que tengo rollos, no me vengan que que soy flaco) me terminan por figurar como "el chico con el que no saldría jamás, pero que puedo tener de amigo". Siempre me pregunto si tengo buen aliento, y temo que la gente no me suele responder a esta pregunta, sea explícita o implícita. Mi sonrisa a veces me avergüenza (hay, cómo me gusta la diéresis), otras me da miedo; pero creo que con el pelo corto como ahora lo tengo, va bien... espero (¡GULP!)
Por otro lado, tengo una pequeña (o grande, aún no lo sé) obsesión compulsiva. No está precisamente enfocada, pero sí es molesta, a veces (o casi siempre). Corrijo a la gente todo el tiempo si se equivoca (aunque acepto cuando alguien me corrige un error a mí, aunque me lo diga de mala manera), me enojo con facilidad, o más bien, elevo el tono de voz con facilidad, lo que suele dar la falsa impresión de que me enojo. Soy muy, pero muy fetichista (no tanto sexualmente, más bien, en general: quiero rojo y rojo debe ser, otra cosa no acepto; y si ese rojo funcionó bien, no me vengas con el azul, que no es necesario si con el rojo está todo bien). Actúo como un idiota siempre que estoy hablando de algo (o con alguien) con lo que (o con quién) me siento incómodo (por ejemplo, con las chicas que me gustan). Soy bastante generalizador, y critico a los que generalizan. Siempre trato de discutir (aunque no considero eso como un defecto, en muchas situaciones eso caga una relación, o, al menos, una situación).

En fin. Estoy dispuesto a darlo todo... una vez que empiece la cosa. Nunca me animo a dar el primer paso, o por lo menos, no a tiempo. Igual, como hablé con Juli (perdón por todas esas horas que tuviste que aguantar mi auto-compasión y mi auto-condescendencia), debería ir empezando a invitar más a las chicas. Invitarlas a comer, a caminar, al Parque Rivadavia, a cualquier lado. Y tratar de no ponerme como idiota. Y que salga algo de ahí... una amiga, una confidente, o tal vez incluso ¡una amante! (que es de lo que vengo hablando).

Entonces, cuando hablo de integridad, estoy siendo en primera instancia hipócrita. Porque alguien íntegro es aquel que sabe lo que quiere y no se preocupa por ello.

Entiéndase "preocupa" como yo lo hago: "ocuparse antes de tiempo". No es que no le importe, es que, cuando llega el momento, hace lo que debe hacer para lograr lo que quiere, pero no necesita de planes, fantasìas, ni conjeturas. Lo que tampoco implica que no las tenga. Si las tiene, es un artista íntegro.

Así que, bien, he aquí mi dilema. Y, ¡oh!, musas, me han hecho pensa que, tal vez, con todos los aspectos de mi vida sea así. Por eso nunca empiezo lo que termino; por eso mi otro blog, Kantare u Lerkio, no tiene nada publicado desde hace dos meses.

¿Llegaron hasta aquí? Pues entonces, ¡ustedes sí que me quieren! =D